Cuando empecé las clases particulares con Gemma llevaba ya muchos años tomando clases de canto y había tenido buenos profesores que me habían ayudado mucho. Contacté con ella para una cosa muy específica: quería aprender efectos vocales que mis anteriores profesores no me podían enseñar. Al principio me sorprendió el enfoque de la técnica y algunas de las correcciones que me hacía sobre lo que ya creía aprendido, ¡pero qué sorpresa cuando conseguí cambiar el modo en que hacía las cosas y empecé a adaptarme a la nueva manera que me estaba enseñando!
He mejorado en todos los aspectos, más allá de aquello por lo que en un principió la llamé. Enseña de manera clara y metódica, con ejercicios fáciles de comprender que, aunque cueste dominarlos, te hacen mejorar de manera rápida y firme.
¡Ah! Y aparte de profesional, ella es muy simpática, cosa necesaria para sentirse a gusto y progresar sin miedo.
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