por Gemma | Feb 21, 2023 | Consejos para tu voz, Taller de voz
Seguro que te ha pasado más de una vez el hecho de estar cantando y, cuando sabes que se acerca esa nota/frase que te cuesta, el miedo hace que tu garganta se tense y tu voz se cierre, haciendo que pase justamente lo que más temías… Esa nota te sale desafinada, o no llegas bien, o sientes mucha incomodidad, etc.
Es muy probable también que al cantar hayas intentando hacer una nota con mucha potencia (o al hablar querer pegar un grito) y el temor a hacerte daño hace que justamente te dañes... Sientes que esa nota ha salido totalmente forzada y que has dañado tu voz.
Y ¿Qué me dices de cuando has intentado decir alguna cosa con mucha rabia?… Probablemente has notado como se ha “cerrado” tu voz y las has forzado.
Este tipo de cosas nos suceden porque ciertos pensamientos y emociones “cierran” la voz. Cuando la conexión voz-cuerpo-emociones funciona correctamente podemos notar que nuestra voz es totalmente libre y usarla siempre resulta cómodo; pero en caso contrario sentimos que nuestra voz está totalmente desconectada de nosostr@s mism@s y podemos notar claramente como la forzamos. Nuestra voz, nuestro cuerpo y nuestras emociones forman parte de un mismo todo, de nuestro YO. Hoy en día ya está más que demostrado que el estrés, por ejemplo, afecta al cuerpo y por lo tanto, a nuestra salud. En el caso de nuestra voz sucede exactamente lo mismo.
Para emitir nuestra voz hay muchas partes del cuerpo implicadas (no solamente las cuerdas vocales). Para darte sólo un ejemplo, hay unos músculos en nuestra garganta (llamados constrictores) que tienen un papel fundamental. Cuando estamos utilizando nuestra voz (hablando o cantando), estos músculos deben estar relajados, dejando el espacio suficiente para que nuestras cuerdas vocales puedan vibrar y estirarse con total libertad. Estos músculos son extremadamente sensibles a las emociones y algunas de ellas hacen que se tensen. Cuando los constrictores están tensos dejan menos espacio para que las cuerdas vocales vibren y notamos entonces que utilizar la voz es incómodo y forzado. Por eso es normal que sientas que tu voz sale forzada cuando la utilizas desde la rabia o la tristeza, por ejemplo.
También si un día te sientes enferm@ o extremadamente cansad@ notarás que tu voz sale menos libre y que te cuesta más esfuerzo utilizarla en zonas exigentes (notas agudas, notas potentes…) y eso es porque, como te comento, hay muchas otras partes de tu cuerpo implicadas para emitir tu voz (además de cuerdas vocales y constrictores), y si tu cuerpo no está al 100%, es difícil que tu voz lo esté.
Por eso es muy importante tener en cuenta que voz-cuerpo-emociones están totalmente conectados y que hay que trabajar sobre las tres cosas al mismo tiempo para conseguir sentirnos identificados, libres y cómodos con nuestra voz; lo cual nos aportará además una mejor autoestima y bienestar físico.
En mi taller CANTAR PARA SER FELIZ trabajamos la conexión voz-cuerpo-emociones desde un punto de vista holístico, con herramientas de coaching, técnica vocal y trabajo corporal. Aprenderás cómo deshacer esos bloqueos emocionales que no te permiten avanzar, sentirás que por fin puedes liberar tu voz y experimentarás una gran sensación de libertad y paz contigo mimo/a.
Recuerda que por primera vez en 3 años volvemos al formato presencial, en una sala cálida y preciosa de Sabadell, para que te sientas en un entorno amable y protegido.
VIERNES 3 DE MARZO A LAS 18:30H
GRUPO REDUCIDO Y PLAZAS LIMITADAS
MÁS INFORMACIÓN SOBRE EL TALLER
por Gemma | Abr 28, 2022 | Consejos para tu voz, Mitos sobre la voz, Taller de voz
En algunos artículos de mi blog ya te he hablado anteriormente de creencias limitantes que en su momento no me permitían avanzar, como en “Jamás pensé que podría conseguir esto” o “Mi puente no es perfecto”. Gracias a mi trabajo personal sobre mí misma y mi formación como coach sistémica transaccional, he podido ir detectándolas y cambiándolas, consiguiendo así eliminar esos bloqueos que no me permitían avanzar hacia aquello que deseaba… Hoy quiero hablarte de una experiencia que tuve hace años, que podía haberme bloqueado y paralizado, pero que por suerte pude gestionar, puede que te sientas identificad@ en algún punto y te sirva de inspiración.
Como sabes, ya hace muchos años que empecé a conectar de manera consciente y a trabajar con mi cuerpo, y eso me permitió hacer un salto cualitativo con mi voz. Después de adentrarme en el mundo de la danza del vientre y el pilates, empecé a tener la inquietud de buscar alguna disciplina que me permitiera, además, conectar conmigo misma de una forma más emocional y que me sirviera como una herramienta de autoconocimiento. Como todo el mundo, conocía el yoga aunque nunca lo había practicado ni sabía exactamente en qué consistía, pero algo me decía que podía ser lo que estaba buscando.
Con toda mi ilusión fui a un centro de yoga de una población cercana a la mía y le comenté a la instructora que estaba interesada en empezar a practicarlo. Cuál no fue mi sorpresa y mi decepción cuando esta mujer me contestó “que yo no era una persona adecuada para practicar yoga”. Sus argumentos eran que soy demasiado activa y auto-exigente, y que no comprendía que hiciera cosas como impartir clases de voz, cantar en conciertos, practicar la danza del vientre y asistir a sesiones de pilates al mismo tiempo. Que para hacer yoga debía ser una persona más calmada, que hiciera menos cosas… Y a partir de ahí hizo otras apreciaciones sobre mi personalidad (sin conocerme realmente) basadas en sus propias creencias y juicios. Esta experiencia, aunque parezca poco importante, fue bastante dura para mí. Esta persona hizo que me sintiera “no suficientemente buena” , ya no solamente para practicar yoga, sino que llegó a hacer que dudara de mí misma también en otros aspectos.
¿Te resuena en algo? ¿Alguna vez te han prejuzgado sin conocerte y te han dicho que tú no puedes o no eres adecuad@ para hacer alguna cosa? Por desgracia es algo que sucede demasiado a menudo.
Después de esa experiencia me olvidé del yoga durante unos años… pero el gusanillo de querer probarlo seguía vivo en mí, algo me decía que, a pesar de lo que me dijo esa persona, el yoga podría serme útil como trabajo corporal y herramienta de autoconocimiento. Así que varios años después decidí volver a buscar un centro de yoga (obviamente uno diferente) para informarme y poder probarlo. ¡Qué diferente fue esa segunda experiencia! La instructora del nuevo centro, una mujer práctica, con los pies en la tierra, alegre y abierta, me dijo que el yoga es para cualquier persona y me invitó a probar una clase. Y desde aquel día ya no he querido dejarlo.
En uno de mis artículos anteriores (Mi puente no es perfecto), comentaba que nunca seré una yoguini de esas que hacen posturas imposibles por mis circunstancias corporales…. Pero el yoga me ha enseñado que si practicas con regularidad sin expectativas, sólo con la intención de obtener el beneficio de la práctica en sí, desarrollando tu consciencia corporal y autoconocimiento, puedes llegar mucho más lejos de lo que podías imaginar.
Y lo mismo sucede exactamente con la voz. En mi larga experiencia como vocal coach he podido constatar como alumn@s que venían incapaces de afinar una sola nota y que estaban convencidos de que “nunca podrían cantar bien”, han llegado a afinar correctamente y ser capaces de cantar canciones enteras entonando correctamente. Otros que pensaban que no podrían llegar nunca a ciertas notas agudas (o graves) lo han conseguido, y ahora pueden cantar canciones que antes les parecían inalcanzables. Y otros que sentían siempre molestia al cantar y que forzaban la voz, ahora pueden cantar libremente con voces potentes y “abiertas”.
Nuestro cuerpo y nuestra voz son mucho más “agradecidos” de lo que parece y cuando sabemos qué instrucciones debemos darles nos llevan a lugares muy placenteros que antes nos parecían inalcanzables (como conseguir hacer una postura de yoga o cantar una determinada canción sin forzar la voz). Pero para conseguir esto nuestra mente tiene un papel primordial: debemos detectar cuales son esas creencias limitantes que no nos permiten avanzar.Esos pensamientos tipo “yo no sirvo”, “Uf, yo desafino”, “cuando yo canto llueve”, “mi voz es fea”, etc, son los que nos bloquean y no permiten que nuestra voz fluya libremente.
¿De dónde vienen estos pensamientos? ¿Cómo cambiarlos? ¿Cómo conseguir que nuestra voz fluya libremente? En el taller Cantar para ser Feliz del próximo 6 de mayo aprenderemos estrategias para deshacer esos bloqueos emocionales que no te permiten avanzar. Utilizando herramientas de coaching emocional, técnica vocal y trabajo corporal, conseguirás liberar tu voz y a su vez aumentar tu autoestima.
INFÓRMATE SOBRE EL TALLER
por Gemma | Abr 1, 2021 | Consejos para tu voz, Mitos sobre la voz, Taller de voz, Tips & Tricks
Existe mucha literatura y muchas creencias entorno a cómo deber ser la respiración correcta para proyectar la voz. Está claro que es un tema importante, pues se habla de ello desde hace siglos y todos los profesores de canto y los profesionales de la voz sabemos que es algo crucial.
Aún así, parece que es algo que todavía genera ciertas dudas cuando nos enfrentamos a una canción o un texto recitado si no lo hemos trabajado específicamente. Por eso, voy a intentar ayudarte con este artículo a que experimentes cómo es la respiración más eficiente para cantar y proyectar tu voz.
Existen tres tipos de respiración que todos podemos llegar a utilizar en ciertos momentos de nuestro día a día:
- Respiración clavicular o torácica superior: En este tipo de respiración nos centramos en la parte alta del pulmón, que es la que tiene menos volumen y nos permite captar menos aire. Cuando inspiramos, la parte superior del pecho se llena de aire y vemos que se levantan los hombros y la clavícula. Es un tipo de respiración que aparece cuando estamos muy nerviosos o tenemos ataques de ansiedad. Las inspiraciones y exhalaciones son rápidas, tenemos sensación de que “nos falta el aire” y se produce tensión en la zona cervical asociada a la fonación. Por eso es un tipo de respiración que no es nada recomendable cuando queremos cantar o proyectar nuestra voz hablada.
- Respiración torácica o intercostal: En este tipo de respiración el aire se queda en la zona media de los pulmones, vemos que hay una expansión de la cavidad torácica y una separación de las costillas. Aunque nos permite inspirar más cantidad de aire que la respiración clavicular, ésta tampoco es la más recomendable para cantar, ya que al inspirar de este modo tensamos el abdomen y no permitimos que el diafragma baje completamente.
- Respiración costodiaframática abdominal: Esta respiración se basa en el movimiento del diafragma. Al inspirar los pulmones se van llenando poco a poco de aire, empujando el diafragma hacia abajo y éste, a su vez, va empujando los órganos que están debajo de él. Por eso, cuando inspiramos de este modo podemos apreciar que nuestras costillas flotantes se abren (las que están justo encima de la cintura y son más blanditas) y nuestro vientre se va hinchando suavemente. Con esta inspiración debemos notar que se ensancha toda nuestra cintura, el vientre y también la zona lumbar, pero la clavícula y los hombros se quedan quietos, no suben. Al expulsar el aire el diafragma asciende y se relaja, con lo que el abdomen y las costillas flotantes se deshinchan y vuelven a su posición normal.
Como puedes ver, la respiración costodiafragmática abdominal es la más correcta para emitir y proyectar tu voz de una forma sana, ya que nos aporta una ventilación completa de la capacidad pulmonar, no provoca tensiones en los músculos del cuello y nos permite trabajar correctamente con los abdominales para dar el apoyo necesario a la voz mientras expulsamos el aire.
A parte de esto, es interesante saber que este tipo de respiración tiene múltiples beneficios a nivel de salud física y emocional, con lo que es muy recomendable trabajarla. Algunos de sus beneficios son: amplía la capacidad pulmonar promoviendo una buena oxigenación de la sangre, estimula el corazón favoreciendo el riego sanguíneo, favorece el tránsito intestinal gracias al “masaje” que realiza el diafragma a los intestinos, disminuye a ansiedad, ayuda a relajarse y a tener un mejor autocontrol de las emociones.
EJERCICIOS PARA TRABAJAR LA RESPIRACIÓN COSTODIAFRAGMÁTICA ABDOMINAL
Para trabajar este tipo de respiración es muy importante que estés concentrado/a en ti mismo/a, que estés en un entorno tranquilo y que puedas dedicarle unos minutos sin prisa. Puedes hacerlo en posición estirada o de pie, yo te recomiendo que vayas alternando entre las dos.
En posición estirada:
Túmbate boca arriba con los pies apoyados en el suelo y las rodillas flexionadas, sintiendo el contacto de tu lumbar con el suelo. Busca la comodidad en la postura y, si lo necesitas, pon una almohada debajo de tu cabeza. Busca la comodidad en la postura, ya que esa es una parte muy importante para que puedas relajarte.
Empieza a inspirar relajadamente por la nariz y saca el aire lentamente por la boca. Busca que tu respiración sea lo más relajada posible, sin prisas, y sin pretender “hincharte de aire”. Simplemente relájate y siente que inspiras por la nariz y expulsas el aire por la boca. Ten en cuenta que el objetivo principal ahora es que consigas relajarte, casi como si fueras a dormirte e intenta que cada inspiración sea más lenta y sin presiones.
Cuando te sientas relajado/a pon una mano en tu abdomen y otra en el pecho. Sigue inspirando por la nariz y espirando lentamente por la boca. Observa que cuando inspiras tu abdomen se va hinchando lentamente sin ninguna tensión y que tu pecho y hombros no se mueven. Sigue durante unos minutos respirando del mismo modo, observando el movimiento libre en tu abdomen…. ¡Esa es la respiración costodiafragmática abdominal! En realidad no necesitas hacer “nada especial”. Justamente es la respiración que aparece de forma natural en tu cuerpo cuando consigues relajarte de verdad. Observa cómo tu cuerpo reacciona, cómo te sientes e intenta recuperar esas sensaciones al inspirar cuando estés trabajando con tu voz.
De pie:
Cuando trabajes de pie, te recomiendo que lo hagas delante de un espejo para que puedas observarte en ciertos momentos y corregirte. La dinámica del ejercicio es la misma que estando tumbado/a, lo único que cambia es tu postura, pero puede que lo sientas muy diferente.
Colócate delante del espejo con los pies separados a la altura de tus caderas y flexiona ligeramente tus rodillas. Debes sentir que al hacer esto tu lumbar se pone un poquito más recta (que no hay tanta curvatura) y que tu coxis “mira” hacia el suelo. Relaja tu cuello, tus hombros, tus brazos… y cierra los ojos. Debes sentir comodidad en la postura, si no la sientes haz los ajustes que necesites.
Sigue exactamente los mismos pasos del ejercicio en posición tumbada: inspira suavemente por la nariz, espira lentamente por la boca, busca tu relajación, etc.
Cuando te sientas relajado/a pon una mano en tu abdomen y otra en el pecho. Sigue inspirando por la nariz y espirando lentamente por la boca. Observa mentalmente (todavía con los ojos cerrados) que cuando inspiras tu abdomen se va hinchando lentamente sin ninguna tensión y que tu pecho y hombros no se mueven. Después de unas cuantas respiraciones abre los ojos y observa que realmente no se mueven tus hombros ni tu pecho. Sigue durante unos minutos respirando del mismo modo, observando el movimiento libre en tu abdomen. Después pon las manos en los lados de tu cintura, respirando del mismo modo, y observa como tu cintura también se expande suavemente cada vez que inspiras.
Observa cómo tu cuerpo reacciona, cómo te sientes e intenta cantar una canción o leer un texto aplicando este tipo de respiración en cada frase.
Como ves, la respiración costodiafragmática abdominal es algo que todos podemos hacer pero que debemos trabajar conscientemente para establecerla en nuestro día a día y conseguir los múltiples beneficios que nos aporta. Como te he comentado, también es muy importante trabajarla para tener un mejor equilibrio emocional y sentirnos más serenos, tranquilos y felices.
En el taller CANTAR PARA SER FELIZ que impartiré el próximo 14 de mayo trabajaremos la respiración de una forma consciente y aprenderemos la manera de integrarla con nuestra manera voz, para conseguir expresarnos con ella de una forma libre, abierta, serena y alegre.
La voz, el cuerpo y las emociones están profundamente conectados y se influyen mutuamente. Ciertos pensamientos y emociones afectan directamente a nuestro cuerpo, tensándolo, cerrándolo, afectando a nuestra respiración… ¡y también a nuestra voz! Del mismo modo, cuando estamos totalmente desconectados de nuestro cuerpo, esto afecta negativamente sobre nuestra voz: limitándola, “cerrándola”, impidiéndole fluir libremente y esto a su vez repercute directamente en la expresión de nuestras emociones, que acaban bloqueándose.
Si quieres descubrir y trabajar esa importante conexión Voz – Cuerpo – Mente que todos tenemos puedes hacerlo con mi taller CANTAR PARA SER FELIZ. En él aprendemos a deshacer los bloqueos emocionales que no nos permiten avanzar y que pueden incluso afectar a nuestro sistema inmunológico. Descubrirás cómo liberar tu voz, tu respiración y tu cuerpo, consiguiendo con ello sentirte más libre y feliz.
Aquí puedes ver toda la información del taller. ¡Tienes 5€ de descuento si te apuntas antes del 14 de abril!😉
Un abrazo
TALLER CANTAR PARA SER FELIZ
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