
CÓMO TRANSMITIR CON ÉXITO AQUELLO QUE REALMENTE QUIERES
Hoy quiero hablarte de la voz como vehículo de expresión, de la voz hablada que todo/as utilizamos en nuestro día a día.
A menudo no le hacemos demasiado caso y solamente nos acordamos de nuestra voz cuando estamos afónicos, cuando sufrimos alguna lesión, tenemos problemas para utilizarla correctamente o cuando tenemos que cantar. Pero la voz es una: me refiero a que no hay diferencia entre la voz hablada y la voz cantada, es la misma, lo único que cambia es la entonación y el volumen.
¿Sabías que cada voz es única? Nuestra voz es personal e intransferible, no hay dos voces iguales. De hecho, se utiliza como método de identificación de personas, igual que la huella dactilar o el iris del ojo. Aunque hayan personas que imiten la voz de otra y se aproximen mucho a su sonido, es imposible copiar una voz al 100% ya que, como te he comentado, cada voz es única. Si te fijas, todos podemos reconocer a las personas sólo escuchando su voz.
Por lo tanto nuestra voz es muy importante, es un reflejo de nosotr@s mism@s y es nuestra carta de presentación ante los demás.
Por la manera de hablar de una persona puedes llevarte una impresión u otra y puedes llegar a saber cómo es y cómo se siente. Te puede transmitir seguridad y confianza, alegría, autoridad, serenidad, ternura… o por el contrario inseguridad, miedo, desconfianza… y muchas cosas más. El mensaje que transmites al otro no depende solamente de lo que dices sino, sobretodo, de cómo lo dices.
En mi sección sobre la voz del mes pasado en la radio hablo de este tema y de cómo conseguir transmitir con éxito aquello que realmente quieres decir. Aquí puedes escuchar el podcast.
¿Sabías que hay una fuerte conexión VOZ- CUERPO- MENTE? La voz, el cuerpo y las emociones están profundamente conectados y se influyen mutuamente. Ciertos pensamientos y emociones afectan directamente a la voz, haciendo que ésta no nos guste o que nos sintamos limitados a la hora de expresarnos con ella.
Esto hace que a menudo no la utilicemos de forma coherente y que nuestra comunicación con los demás no sea fluida ni efectiva. Además, si esta conexión no es fluida puede llevar a bloqueos emocionales y a una baja autoestima.
Para ser feliz, aquello que dices (¡y cómo lo dices!) debe ser coherente con lo que piensas, sientes y la expresión de tu cuerpo.
En el taller CANTAR PARA SER FELIZ trabajamos para re-establecer y fortalecer la conexión Voz-Cuerpo-Emociones. Con herramientas de coaching, trabajo corporal y técnica vocal, descubrirás cómo liberar tu voz, y con ello te sentirás tu mismo/a más libre y feliz.
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